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Usuarias de Qali Warma en Amazonas son reconocidas a nivel nacional

18-12-2022

Bárbara Luana Ocampo Rubio y Olga Ashelén Mejía Quispe, estudiantes de la institución educativa emblemática Virgen Asunta de Chachapoyas, alcanzaron el segundo y décimo lugar a nivel nacional, respectivamente, en el concurso de cuentos peruanos de ciencia, organizado por el Concytec y la Embajada de Estados Unidos.

Como ellas, 519 niñas del referido colegio son usuarias del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, que les provee los alimentos como complemento alimenticio y favorece su atención y permanencia en clases.

Ambas alumnas, de once años de edad, además de su compromiso intelectual, tienen un talento literario y fueron galardonadas a nivel nacional por escribir cuentos sobre la importancia de la ciencia en el desarrollo personal y social.

La historia comienza cuando Prociencia, unidad ejecutora del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), y la Embajada de Estados Unidos convocaron a las estudiantes que integraron el Club de Ciencia y Tecnología, reconocido por el Concytec el 2021 para la escritura de cuentos que tengan como eje la historia de científicas peruanas, con lo que se busca acercar las niñas a la ciencia.

De esta forma, el concurso no solo potencia la aptitud humanística expresada en una narrativa, sino que incentiva la participación de las estudiantes en las áreas de ciencias, tecnologías, matemáticas e ingenierías.

Como en las ciencias, la literatura requiere de grandes dosis de creatividad, don que derrocha Bárbara Ocampo en el cuento “Silvana y sus sueños hechos realidad". En esta narración, la protagonista le da un giro a su historia de vida a partir de un encuentro sobrenatural, que la lleva a prometerle a su progenitora que estudiará con ahínco para cambiar la realidad de su entorno.

En el relato, al llegar a la etapa adulta, la protagonista cumple su promesa, a través de la investigación científica, con el objetivo de reducir el impacto ambiental, con estudios sobre la minería ilegal y la elaboración de ladrillos con compósitos de residuos de plásticos y de residuos de protección anti COVID-19.

La historia descrita por la autora es una alegoría a la biografía de la científica peruana que inspiró a Ocampo; texto que la llevó a ocupar un meritorio segundo lugar a nivel nacional.

Similar caso es de la estudiante Olga Ashelén Mejía Quispe, cuyo foco narrativo se centró en la vida de la científica Dionicia, quien además de aportar significativamente con sus investigaciones al conocimiento de enfermedades como la uta y la malaria es un referente para el personaje ficticio de la autora del cuento, que termina influenciándolo hasta convertirse en un médico destacado. La historia de Mejía caló en el jurado calificador del concurso y obtuvo el décimo lugar en el país.

El programa Qali Warma destaca la creatividad de ambas niñas, pues su trabajo ha permitido visibilizar la presencia y el aporte de las mujeres peruanas en las ciencias y que, además, inspira a otras niñas a disipar las barreras para que puedan dedicarse a las matemáticas, la ciencia y tecnología o a la ingeniería. Por ello la importancia de que ejerzan su derecho a una alimentación saludable.

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