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Caravanas, concursos y fiesta total: así será la 10.º edición del Festival de Cine de Trujillo.

01-11-2022

El director general del Fecit, Hugo Valdez Navarro, comparte las conclusiones del evento del 2022 y traza su plan de trabajo para el próximo año 2022.

Ríe. Hugo Valdez Navarro se acomoda la camisa y cruza la pierna en busca de comodidad. Hace algunos días, apenas podía hacerlo. Vivía a galope en pleno desarrollo del Festival de Cine de Trujillo (Fecit), el evento que después de dos años regresó a la presencialidad y con ello el desborde de los apetitos contenidos por consumir el arte de las pantallas.

Satisfecho. Hugo, el director general del Fecit, se remanga y, luego, se acomoda el cuello de la camisa. Está listo para la fotografía. El equipo que lo ha acompañado en la organización del festival, también, estuvo listo y a la altura para entregar no solo a Trujillo, sino al Perú, seis días intensos de proyecciones de películas, cortos y el desarrollo de conversatorios en torno al cine. El evento se desarrolló del 10 al 15 de octubre.

“La primera conclusión es que al festival ha sido un éxito porque ha sido un reencuentro del cine peruano con su público teniendo como escenario Trujillo. Entonces, es una satisfacción enorme que no se puede describir, porque ver cómo los cineastas han sido aplaudidos, la gente ha ido a escucharlos en las charlas, han visto sus películas, se han acercado a conversar con ellos, a tomarse fotos, a pedir autógrafos; eso es chévere, es muy bonito”, evoca. 

Esta edición marcó el regreso a la presencialidad del Fecit. 
-Es diferente lo virtual. Allí te pueden dar un like; pero lo que hemos vivido en la presencialidad es distinto. El director, el productor o el actor están en la sala, en el auditorio y la gente los aplaude. Es una experiencia maravillosa, irremplazable.

¿Cómo fue la reacción del público con la vuelta a la presencialidad?
-El público sí ha respondido en comparación a la prepandemia, cuando había funciones o charlas con muy poca asistencia. Este año, ha habido público y eso es satisfactorio y muy bueno para nosotros. El público ha estado esperando la presencialidad; pero, también, quisiéramos que lleguen más.

Un pilar importante del festival es la parte académica, la parte del conocimiento que se comparte. 
-Lo genial de estas actividades es la interacción. No se trata de que el cineasta va, habla y los demás se quedan callados y aplauden por compromiso y chau. No, sino que el público pregunta, participa. Hemos tenido tal cantidad de actividades académicas, que ya no había espacio. Incluso, hemos programado actividades paralelas en las tardes, hemos tenido que ir a otras sedes como El Cultural, la Alianza Francesa. Esta situación, dice mucho de la organización y del interés que tiene el público por ver y aprender del cine.

Un festival debe ser atractivo para el gran público. En esa línea, este año se invitó, para rendirle homenaje, a Magaly Solier, una figura rutilante de la escena fílmica del Perú. 

-Habíamos intentado traerla el año pasado; pero por la pandemia no se pudo. Este año lo volvimos a internar y Magaly aceptó de primera, reflejo de que del festival es conocido. Cuando invitamos a gente de otras regiones, de Lima, incluso del extranjero, no dudan en participar, porque ven un festival diferente, que se hace con mucho cariño y eso se siente. Somo un festival en el que se respira mucho calor humano. A nuestros invitados tratamos de hacerlos sentir como reyes.

Hablemos del componente social del Fecit.

-La idea del festival es que no sea solo para gente relacionada al cine. El Fecit busca convertirse en un evento de la ciudad para los trujillanos. Entonces, si bien es cierto, se realizan actividades para gente entendida y que tenga afición al cine, también, nos interesa el cine como entretenimiento para las familias. Hemos decidido descentralizar y llevamos el festival, en una pantalla gigante, a las localidades alejadas, no sólo de la provincia de Trujillo; sino de la región La Libertad. Quisiéramos llegar a todas las provincias, pero por cuestión presupuestal y de logística todavía no se puede.

No se trata de que el cineasta va, habla y los demás se quedan callados y aplauden por compromiso y chau. No, sino que el público pregunta, participa. Hemos tenido tal cantidad de actividades académicas, que ya no había espacio.

¿Qué experiencias han encontrado en estos recorridos?
-Hemos llevado a los mismos cineastas y actores a presentar sus películas a estos lugares, y les ha gustado mucho. Por otro lado, hay gente que ve por primera vez cine en pantalla gigante y lo hacen con tanta emoción que llegan hasta las lágrimas. Este año, hemos estado en La Esperanza, Alto Trujillo y Chepén. Tenemos una función pendiente en Huamachuco, que será en un par de semanas. El festival tiene actividades durante todo el año. 

¿Qué se viene para el próximo año? La Fecit cumple una década
-¡Uy, la edición 10! Ya la estamos trabajando. Ya hemos empezado con las reuniones. Continuaremos con nuestras propias actividades, que son varias para un festival con poco presupuesto; seguiremos con el reconocimiento a un cineasta destacado y la idea es convertir al evento en una verdadera fiesta. Queremos que en la décima edición ya se sienta al Fecit como un evento de la ciudad; vamos a colocar banderolas en las calles; desde el primer semestre invitaremos a Trujillo a los cineastas para que separen su agenda y nos visiten; desarrollaremos actividades, como mesas de trabajo. 

El Fecit es, también, una oportunidad de negocio
-Uno de los beneficios del festival es que las personas que se dedican al audiovisual y a actividades conexas se sienten y realicen negocios. El próximo año, vamos a potenciar este espacio: un encuentro de negocios entre cineastas, productores y afines. 

¿Qué otras novedades para el próximo año, Hugo?
-Vamos a fortalecer la caravana del cine peruano. Este año no fue posible porque fue un regreso a la normalidad. En el 2023, antes de empezar la función, se ofrecerá un espectáculo, en el que participe la familia. Además, semanas o meses antes del festival, iremos a las provincias de la sierra con caravanas. Nuestra intención es que el Fecit llegue a la mayor cantidad de provincial andinas.

Se retomará el concurso semillero.

-Vamos a retomar el Concurso Semilleros del Cine Peruano dirigido para estudiantes de La Libertad, de cualquier nivel. Antes de la pandemia tuvimos tres ediciones. En uno de ellos ganaron unos escolares de El Milagro, quienes, animados por su profesora, hicieron un documental. Un año recibieron una mención honrosa y al siguiente se llevaron el premio. Otra novedad es que se dictarán talleres de cine a mujeres de las 11 provincias de La Libertad. Vamos a traerlas a Trujillo para que estén una semana capacitándose con cineastas. Esta es una novedad que, también, estamos trabajando. 

Fuente: buenapepa.pe 

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