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Pronto: "La Marginal..."

13-06-2022

Por: Fernando Gómez / Antropólogo

Se cree que fue en el agua el medio donde se desarrollaron los primeros organismos vivos en la prehistoria, por ende, es el fluido vital que ha perennizado la continuidad de los ciclos evolutivos en toda entidad biótica.

Análogamente, en el plano dual, en su dimensión mítica, es el agua la depositaria simbólica de los ritos de purificación y la causante del diluvio como manifestación suprema del universo; ente encargado de regenerar los ciclos de la vida, la historia y del tiempo, con la misión de expiar las energías contenidas para equilibrar el cosmos.

El agua como recurso y reserva, se encuentra presente en diferentes estados de la materia. La naturaleza ha creado su propio mecanismo para regenerar el recurso hídrico, permitiendo su permanencia en el planeta, y salvaguardando la existencia de la vida.

Los nevados altoandinos, son agentes primordiales de este mecanismo energético, alumbran a las quebradas serpenteantes que en su trayecto se nutren de otras fuentes para formar los ríos que desembocan en los océanos pacífico y atlántico.

En efecto, las cuencas que atraviesan los andes amazónicos y los llanos de la floresta tropical; en sus aguas que discurren al atlántico, van formando meandros que alimentan de sedimentos, energías y nuevos artefactos a las formas humanas y no humanas que habitan, arriban y resisten en las tierras bajas de América del Sur: La Amazonia.

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